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Entrevista a las "Conchitas": "La educación sexual de ahora se limita a explicar cómo poner un preservativo y a meter miedos"

Entrevista a las "Conchitas": "La educación sexual de ahora se limita a explicar cómo poner un preservativo y a meter miedos"

Entrevista a las “Conchitas”

 

“La educación sexual de ahora se limita a explicar cómo

poner un preservativo y a meter miedos”

 

Elena y Raquel son las “conchitas” del barrio de Benimaclet. Juntas llevan la tienda erótica “La Alegre Conchita”, especializada en mujeres, pero no exclusiva para el sexo femenino.

Elena estudió un ciclo Integración Social (donde se conocieron ella y Raquel por primera vez) y después estudió la carrera de Educacion Social (y ahí ambas se reecontraron). Durante la carrera Elena se fue formando paralelamente en temas de género, del que notó un carencia de información en la carrera. Además, estaba militando en la asociación feminista Mujeres Jovenes de Valencia las Moiras, donde adquirió habilidad en la dinamización de grupos.

Raquel viene también del ciclo de Integración Social y después de la carrera de educación social. Actualmente está a punto de acabar un master en Educación y Asesoramiento Sexual en Madrid, en el Instituto de Ciencias Eróticas. En dos meses será sexóloga. También formó parte de Las Moiras.

 

¿Podríais aclarar en que consiste el trabajo de un/a educador/a social?

E: Es una profesion que no esta lo suficientemente valorada porque la función del profesor es formar en unos conocimientos más académicos y nosotras educamos en la obtención de herramientas para ser ciudadanos, es decir, generar espíritu crítico, aprender a relacionarse y comunicarse con los demás.

¿Cómo os conocisteis y por qué decidisteis montar este negocio juntas?

E: Pues llevabamos dándole vueltas a la idea de montar algo desde que nos conocimos hará once años…y conforme nos ibamos formando, cada una en sus inquietudes, fuimos reintrepetando la forma en que queríamos ejercer nuestra profesión. La parte de comunicación emocional y relaciones íntimas nos parecía muy interesante, así como el tema de la sexualidad…todo desde una visión feminista, porque nosotras nos consideramos feministas y, bueno, decidimos trabajar juntas porque tuvimos la oportunidad de hacer un taller juntas en Tenerife y allí vimos que había química profesional.

¿Cómo surgió el nombre de la tienda?

E: como suelen surgir las mejores ideas…con unos amig@s, estuvimos haciendo lluvia de ideas y entre nombre y nombre salió La Alegre Conchita. Por un lado, Conchita representa a una mujer educada en valores tradicionales, que toma conciencia de que el modelo de sexualidad que ha asimilado le limita y decide transgredir la norma e iniciar un proceso de transformación de un modo alegre.

R: Por otro lado, el nombre busca jugar con el lenguaje, ya que en el dialecto argentino, “la concha de tu madre” es un insulto…si nos remitimos al lenguaje “castizo”, lo que es bueno es “la polla/cojonudo” y lo que es aburrido es “un coñazo”. ¿Casualidad que las atribuciones negaitvas siempre estén vinculadas a lo femenino? Hace tiempo que nosotras dejamos de creer en la neutralidad del lenguaje, por ello reivindicamos “nuestras alegres conchitas”.

¿Qué diferencia a la Alegre Conchita de otra tienda de juguetería?

R: Básicamente, en que no es sólo una tienda erótica, sino que es un proyecto educativo.

¿Es solamente para mujeres?

R: No es exlusiva para mujeres, está especializada en mujeres. Los hombres son bienvenidos al espacio porque consideramos que ellos también necesitan un espacio de encuentro con la sexualidad femenina y con ellos mismos también. Este es un espacio abierto a todo tipo de personas.

E: Eso sí, nos reservamos el derecho de admisión como cualquier otro negocio. Aquí no son bienvenidas personas (hombres o mujeres) que tengan actitudes xenofobas, homófobas o elegetefóbicas.

A parte de llevar la tienda, estáis haciendo una gran labor pedagógica en los tupper sex y en las charlas. ¿Qué tipo de charlas hacéis y dónde?

E: Hemos participado en diferentes espacios: en facultades, en institutos, en el centro social El Nido, en encuentros y jornadas estatales…y respecto la temática, pues: la sexualidad femenina, el imaginario erótico femenino, creatividad erótica, comunicación en pareja…

¿Cuáles son los mensajes principales que estáis enviando?

E:Hay varias ideas centrales: una es la no neutralidad del modelo sexual aprendido, la necesidad de cuestionar  ese modelo, ver qué valores hemos aprendido y entonces decidir si es el modelo que más nos acomoda o queremos cambiarlo.

R: Nosotras ofrecemos herramientas teóricas y prácticas para transformar lo que no nos gusta de nuestra sexualidad…que eso no se enseña en ningún lado

 

¿Tienen éxito los tupper-sex?

R: Sí, creo que nos estamos convirtiendo en un espacio de referencia porque la gente viene a preguntar sus dudas aquí y al final acaba comprando aquí las cosas porque no sólo nos dedicamos a vender, sino que les ofrecemos formación y confianza. Porque en los tupper sex normalmente sientes que sólo te van a vender y hay muchas cosas que se venden por ahí que no son de calidad y la gente no lo sabe y, claro, eso genera desconfianza.

¿Cómo está respondiendo la gente del barrio?

R: Cada vez se nos conoce más y al final viene gente que no es del barrio pero porque es gente del barrio quién se lo ha recomendado: “Pues en mi barrio hay una tienda chulísimas, las chicas son super majas y te lo explican todo super bien” y es así, nos lo dicen. Las clientas son nuestras mejores publicistas, está funcionando el boca a boca.

¿Qué tal lo llevan los hombres? (jeje)

E: Pues hemos tenido algun episodio de hombres machistas, pero nos sentimos tremendamente afortunadas de poder contar con clientes masculinos estupendos, que se sienten cercanos a nuestra manera de hacer y han entendido perfectamente el proyecto.

¿Qué libros de la tienda recomendaríais especialmente?

E: Pues en función de lo que se vaya buscando, como manuales básicos sobre sexualidad: Tu sexo es aún más tuyo de Silvia de Bejar para público heterosexual y Tu dedo corazón para público lésbico. Si se quiere introducir en el porno, recomendaríamos Porno para Mujeres, de Erika Lust. Y como cuento infantil uno de nuestros favoritos es Paula tiene dos mamás.

¿Creeis que hoy en día hay una buena educación sexual?    

R: Verás, nuestra educación ha tenido una tradición sexual moralista: esto se puede hacer, esto no, ni antes ni fuera del matrimonio…Te decían que tenías que hacer y cómo lo tenías que hacer. Luego han ido cambiando las cosas y se ha ido fomentando una educación más permisiva que decía: esto se puede hacer así pero no de otra forma porque si no hay un riesgo (enfermedad sexual, embarazo…) Esta es la corriente higienista y ahora sigue habiendo una mezcla de las dos. La educación actual no fomenta una actitud de cultivo: de observar nuestro cuerpo, sus necesidades sexuales y sus ciclos, cómo nos construimos como seres sexuados, cómo me puedo comunicar con las otras personas, qué me gusta, qué no me gusta…La educación sexual de ahora se limita a explicar cómo se pone un preservativo y a meter miedos.

¿Cómo sería, para vosotras,  una sociedad sexualmente libre?

R: Para mí, una sociedad sexualmente libre sería que todas y todos nosotros y nosotras como sujetos sexuados vivamos el hecho de ser sexuados, que implica: mi identidad como mujer/hombre, mi vivencia en esa identidad, la forma en que yo expreso eso a través de los deseos o fantasías, a través de los gestos, de las conductas, teniendo o no pareja y decidiendo si quiero o no procrear. Respetando siempre la diversidad, las diferentes formas de ser sexuado, si eso lo conseguimos, creo que seríamos una sociedad libre.

Y mojándoos un poquito… ¿Cuál es vuestro juguete favorito? (Risas)

R: Pues yo tengo uno que no es muy grande pero que tiene estimulación clitoridiana y estimulación de la zona del punto G y bueno, ese me hace mucha gracia. Y luego hay otro muy curioso que es un masajeador y tiene una bolita redonda que te masajea el clítoris con diferentes funciones.

E: Pues a mí me gusta mucho un masajeador que parece una piedrita, que lleva un dibujo…me parece muy erótico en cuanto a estética. Yo sí identifico en mí la necesidad del elemento estético para que el juguete me erotice.

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